lunes, 31 de enero de 2011

COMO SI NADA IMPORTASE

Muchas veces, cuando voy caminando por la calle, me fijo mucho en los viejos. Les llamaría <<ancianos>> o, peor aún, personas mayores, pero todos esos eufemismos me parecen demagogia barata.

Me encantan los viejos por una serie de motivos, pero el fundamental yo creo que está muy claro: hacen lo que les sale de los cojones, incluso si son mujeres. La verdad es que las viejas no me caen tan bien, pero se puede decir que, en ese aspecto, cumplen a rajatabla con el cometido vital de los últimos años de existencia.
Tampoco hablaré mucho de este tema, todos sabemos que los viejos son la ley. Esa mirada de ‘’chaval yo ya lo he visto todo’’ y la camaradería general con la que se mueven por la vida es algo que todos podemos apreciar y valorar.

Pero lo que más me gusta, lo que de verdad me gusta, son esos viejos que pasean por la calle, agarrados de su amigo de toda la vida, como si de una pareja se tratase. Como si nada importase, como si la gente del barrio no le diera a la sinhueso… Me niego a creer que esos viejos sean gays –porque no lo son- pero me preguntó si es una forma de exaltar la amistad, de darse apoyo por dificultades a la hora de andar o porque cuando eres viejo te gustan tanto las mujeres como los hombres. También puede que sea por una mezcla de todo lo anterior, pero me da igual, a mi me encantan esos viejos.  

1 comentario: