miércoles, 22 de diciembre de 2010

UNO DE ESOS TIPOS

Quisiera ser como uno de esos tipos. Ya me entienden, uno de esos tipos que atraen a jóvenes estudiantes de Publicidad, las embaucan para tomar algo después de clase y que, finalmente, acaban por tomarlas en el cuarto de sus padres para que éstas se queden prendadas de ellos para siempre. Uno de esos tipos que beben copas muy cargadas y a los que cualquier prenda les sienta bien. Que siempre tienen un cubata en la mano dentro del local. Esos tipos… Su equipo siempre gana, sus pichitas siempre están en remojo y nunca tienen que rendir cuentas a nadie. Uno de esos tipos… 

sábado, 18 de diciembre de 2010

LUIS

Luis sabe cómo tratarlas… Las recoge con su coche temprano, las lleva a cenar algo acompañado de un buen vino blanco y después pone rumbo al cine. Deja el coche en el aparcamiento y recoge las entradas en la taquilla.

Él escoge bien las películas, siempre se trata de alguna comedia romántica, de humor inteligente, aclamada por la crítica de cine ligero… Nunca cae en la tentación de ver una de acción (que son las que a él más le gustan) ni es tan previsible como para llevarlas a una de terror…
En la sala siempre intenta intimar un poco más… Intenta dar inicio al juego de manos y recorta la separación física. Se podría decir que es un habitual de la última fila, un verdadero jugador de campo.
Durante el film tampoco fuerza las cosas, salvo que la muchacha llore. Si es así le da un par de besos en la mejilla, que, en la gran mayoría de casos, acaban convirtiéndose en algo más. Luis nunca llora ni se emociona con las películas, sólo las considera un atajo previo a su cama.
Si a la muchacha no le ha dado por llorar, al salir del cine le propone una copa en un sitio muy chulo que conoce. Digo propone cuando en realidad impone, pero así es Luis, un tipo que sabe mucho de las mujeres y que sabe cómo hacerlas felices de verdad.
El sitio está un poco apartado del centro, así que acelera un poco más de la cuenta para tensar la situación. Ya en el local se pide un whisky con hielo, como los hombres de verdad, y se mete un poco con la muchacha. Se ríe de sus ex, le cuenta sus grandes planes para el próximo verano…
Cuando la chica esboza una gran sonrisa al sonar una canción, él respira tranquilo, dice el título con una sonrisa de medio lado y le pregunta si le gusta. Ella responde entusiasmada que sí, y Luis le dice que a él también y que no puede creerse que a ella le guste tanto ese grupo. En realidad Luis nunca llora ni se emociona con las canciones, sólo las considera un atajo previo a su cama. Sólo conoce las canciones del hilo musical de ese local tan chulo. Luis juega con ventaja, es un verdadero jugador.

Ahora debería contaros lo que hace cuando se las lleva a su apartamento de soltero pagado por sus padres, pero creo que todos lo sabemos.
Luis es un verdadero ganador.

martes, 14 de diciembre de 2010

EL CLÁSICO

El clásico es un bar que está al lado de mi casa. Tardé mucho en descubrirlo porque al principio pensaba que era un puti. El dueño fuma hachís mientras conversa tranquilamente con los parroquianos. Tiene un futbolín y unos dardos que nadie usa. El baño es pequeño, pero siempre hay papel. La cerveza podía ser más barata, pero tampoco nos vamos a quejar…

lunes, 13 de diciembre de 2010

DONDE EL MUNDO SE QUEDA SIN ALIENTO

Y yo sin dinero. Tendrías que estar aquí para verlo. Pagaría porque estuvieras aquí y lo vieras. Mierda, otra vez estoy sin dinero... 

sábado, 11 de diciembre de 2010

ERA UN HOMBRE DÉBIL Y BLANDO

Era un pobre hombre débil y blando. Hacia ya tiempo que no era el mismo… Lejos quedaban los días de gloria y escarceos con bellas damiselas dispuestas a todo por un poco de dinero y dulce polvo blanco. Había ganado peso y perdido atractivo, y las mujeres habían ido dándole la espalda poco a poco… Una joven promesa estrellada, a medio camino entre la gloria y la basura terrenal.
Su novia lo abandonó y se marchó con el hijo del dueño de una importante empresa de congelados. Así de fría era ella, como la sección de congelados de un hipermercado, como el amanecer en los muelles donde los trabajadores de papá les pagaban a ella y él sus vicios…

En el club la gente le miraba mal, no les gustaba su nuevo aspecto. Hacía tiempo que no cambiaba de coche ni de teléfono móvil, y eso no era algo que gustase a la gente del club… Cada vez consumía menos martinis antes de la comida, que ahora casi siempre limitaba al menú del día o a algún plato combinado de la carta de niños…
Necesitaba cambiar de vida, y, para ello, también precisaba de un plan.
–Tarde o temprano saldré de ésta –se decía mientras masticaba un muslo de pollo al limón-. Pidió la cuenta, pagó en efectivo sin dejar propina y se largó.
Aún conservaba su BMW de reciente modelo, y pensó que quizás aquello pudiera ayudarle. Ya se sabe como funciona ésta máquina… Cualquier putita pierde el culo por un tipo con un buen motor y un fajo de billetes en la cartera. Sin embargo esto último fallaba en el caso del pobre Ernesto. Aunque lo aparentase no le quedaban muchos cuartos, y tendría que apañárselas como pudiese para sobrevivir ante el implacable e inesperado cambio de rumbo de los acontecimientos…

En primer lugar debería de olvidar a aquella mujer. Aquella gran mujer que llevaba años y años en su vida, alternando de papel –a veces secundario, en otros momentos de indiscutible protagonista-  pero siempre presente entre las bambalinas de esa gran obra que era su vida. Su primer y único amor. Miles de infidelidades por parte de Ernesto, un hombre de líbido bastante indomable, y ningún tipo de conocimiento por parte de ella. Finalmente ella, al ver su deterioramiento físico y su decadencia personal, optó por dejarlo en la cuneta. Muchos de ustedes dirán que lo merecía, maldito infiel, pero sólo un verdadero hombre enamorado como él sabe que si no le contaba nada a ella era porque la amaba y no quería hacerle daño… Ella, mosquita muerta y mujer inteligente donde las haya, dejó de lado su estilo de vida equilibrado y tranquilo, y optó por el lado salvaje de las cosas junto a aquel hijo de un pez gordo unos años mayor que ella.

-Nada de esto es propio de su actitud- se dijo Ernesto- pero ya era demasiado tarde. La noche, los hombres, la cocaína… Ernesto se ponía enfermo sólo de pensar en ella en la compañía del sexo de otro hombre. Sus amigos, esos bocazas que en ocasiones no sabían cuando debían callarse, le informaban de las novedades de la intensa vida de su entrepierna… Aún lo puedo recordar llorando en el asiento de copiloto del coche de Ricardo cuando le informó de que se había insinuado de forma lasciva a un conocido suyo en un cóctel de lo más selecto…

Todo aquello le cegaba… Quería olvidarse de ella de una vez por todas y rehacer su vida, y eso mismo era el principal obstáculo en su recuperación. Pensó en que quizás debería recuperarla. A la mierda el gran plan, sólo la necesitaba a ella… Miró en su cartera, sólo le quedaban 230 euros en efectivo y un poco más en la tarjeta… No se lo pensó dos veces cuando a su cabeza llegó una forma infalible de recuperarla  con algo menos de la mitad de su presupuesto…

-¡Pero qué putas es eso que tienes en el brazo, Ernes! Así lo recibió ella, ataviada con un nuevo modelito cortesía de algún buitre.

-¿Qué pasa, no te gusta? Lo he hecho pensando en ti… Te necesito a mi lado, no puedo seguir así.

-¡Estás loco Ernes, LO-CO! Eres un jodido tarado… Primero la barriga, luego pierdes tu empleo… ¡Y ahora esto! Creo, de verdad, que esto es la mierda más jodida y deplorable que has hecho a lo largo de tu vida Ernes…

 -¿No me echas de menos después de todo este tiempo juntos?- replicó Ernes con voz de pena.

Se hizo un silencio entre ambos, un silencio frío y húmedo…

-No Ernes no… He cambiado, y ahora quiero aprovechar el tiempo perdido… La vida es demasiado corta como para atarme a alguien como tú… Quiero emociones, quiero sensaciones… Quiero viajes, dinero, quiero falos rodeándome Ernes… ¡Falos!

No podía entenderlo… Se había gastado 140 euros en tatuarse su nombre en un brazo y el suyo en el otro… Pobre Ernes, no sabía que esos tatuajes se los hacen los tipos feos y gordos cuando, gracias a algún inexplicable golpe de suerte, enganchan a alguna tía buena…

viernes, 10 de diciembre de 2010

MEANDO POR UN TUBITO

Ésta es una de las primeras cosas que escribí, como hace un año o así, y le guardo un aprecio especial. Por aquel entonces tenía otro blog en el que experimentaba con pequeños textos con algún que otro mensaje. La verdad es que no eran demasiado estructurados, y sólo algunos eran historias concretas. Sólo me importaba describir y transmitir, y hasta cierto punto creo que lo conseguí.
Este de abajo es uno de mis favoritos de esa época.
Me viniste a ver y follamos y nos fumamos un piti después y todas esas chorradas que vemos en las películas y me hiciste un resumen de todos los tíos a los que te habías tirado ese año, diciéndome lo grande que la tenía Nacho y lo poco que aguantaba Rafa y parecía que llevases toda la vida follándote a tíos por ahí y que eras toda una experta y que pronto te llamaría algún programa de televisión para contratarte como sexóloga y a mi todo aquello me empezó a asquear y me fui, bajé al bar y me pedí un whisky aunque fuesen las cinco de la tarde me dio bastante igual lo que opinasen el resto de personas buenas que tomaban sus cafés y leían la prensa y yo mientras no me quitaba aquello de la cabeza y me arrepentía de haberlo valorado alguna vez por lo cual tomé la determinación de hacerme monje o de cortarme el miembro y donarlo a la ciencia para ver si descubrían algo interesante, así que volví a casa, ya te habías marchado y no habías dejado ninguna nota como hacen en las películas, y me fui a la cocina, donde me encontré aquellas viejas tijeras manchadas de pescado y, si te soy sincero, en el momento me acojoné y, como de costumbre, me eché atrás y me volví a mi habitación, allí las paredes no hablaban, sólo se reían de mi, mirándome como si no tuviese huevos a hacerlo, y como en el fondo soy más susceptible y menos predecible de lo que pienso me fui al baño y me hice ahí un buen apaño y parecía aquello el Mar Rojo y pensé en todos mis amigos y en todas aquellas bellas mujeres que se estaban perdiendo algo grande, muy grande, y que jamás tendrían la oportunidad de comprobar si aguantaba más que Rafa o la tenía más grande que Nacho. Ahora meo por un tubito.

Audio recomendado: King of the beach, de Wavves

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS


La verdad es que no me gusta nada el concepto de blog. Me parece un tanto aterrador que cualquier mindundi se pueda poner a juzgar lo que se le ponga en la punta del miembro. Un blog es algo pretencioso, suena a voyailustrarosunpoquito,almasdecántaro y a mi eso no me va nada. Luego dicen eso de que está muy bien, que si hay mayor acceso a la información, que si son los nuevos fanzines… Supongo que soy una de esas personas que está a favor del sufragio universal a la hora de usar la red.
Pero no todo son lágrimas, no sólo de juzgar vive el hombre y también quedan tipos como yo que nos dedicamos, entre otras cosas, a prejuzgar, escribir alguna que otra historieta o expresar algún tipo de emoción (no en el sentido gay del término, para entendernos) en forma de canción, enlace o forma creativa.
Este es un poco mi disclaimer, así que avisados quedáis. Ahora, sin más dilación, procederé a reseñar una serie de aspectos que me parecen importantes:
COSAS DE LAS QUE ME HE DADO CUENTA ÚLTIMAMENTE:
  • Mike Skinner (aka TheSreets) es Dios. El otro día me enteré en el aeropuerto de Bristol de que lanza su último disco bajo ese nombre y que no sabe con certeza si seguirá en el mundo de la música. Sólo darte las gracias por ”A Grand don’t come for free” y decir que, cuando supe de ti por primera vez, una revista decía que en el futuro, en vez de leer a Shakespeare, los niños británicos estudiarían tus canciones para conocer la vida en Inglaterra en nuestros tiempos.
  • Ahora todo el mundo es del Barça.
  • Odio resfriarme, aunque adoro el frío (moderado). El calor es cosa de pobres.
  • Mi tío Oswald, de Roald Dahl, es un libro como la copa de un pino.
  • Hay micciones que resultan más placenteras que un coito.
Ala, a jugar a pala!